Si hay algo que las personas con sobrepeso y obesidad desean al momento de plantearse una dieta o plan alimenticio es adelgazar rápido. Ahora bien, ¿hasta qué punto eso es recomendable? veamos lo que dice la ciencia.
Tras los kilos de más que ha dejado la pandemia y el confinamiento muchas personas ven la llegada del verano como un momento para hacer “sacrificios” o tirar de fórmulas mágicas para bajar de peso. Pero de seguro habrás oído que perder peso muy rápido puede afectar la salud, veamos exactamente qué puede ocurrir.

Lo primero es definir una pérdida de peso normal para poder comprender lo que es un ritmo acelerado. Se considera que un rango entre 0.5 y 1 kg por semana está dentro de los parámetros saludables. Adicionalmente es necesario recordar que no siempre se adelgaza al mismo ritmo, por lo general las primeras semanas se pierde más peso, luego se ralentiza y tiende a estabilizarse.
Por lo general las personas tienden a buscar dietas hipocalóricas, pero si se lleva al extremo manteniéndose por varias semanas se corre el riesgo de comenzar a perder músculo, lo que ocasiona que el metabolismo se haga más lento y se queme menos calorías en estado de reposo. La reducción de la masa corporal además afecta la calidad de vida, propicia la resistencia a la insulina, tiende a disminuir la masa ósea, causa malas posturas y en general desmejora la salud.
De qué forma el adelgazar rápido afecta a la salud
Lo más recomendable es que antes de aventurarse entre tanta información de buena y mala fuente que hay en internet, se decida asistir a consulta con un profesional en nutrición o nutricionista. El principal motivo es que muchas de las dietas se enfocan en bajar de peso, y muchas lo logran, lo que no dicen es las consecuencias de hacerlo sin un plan supervisado y que se tiende a caer en efecto rebote y además de atentar contra la salud.

Ninguna de las dietas habla del efecto rebote, y es que ¿existe alguien que se decida restringir unas semanas para bajar de peso para que luego al cabo de un tiempo menor al sacrificio se vuelvan a ganar los kilos perdidos o en el peor de los casos subir más?. De seguro ese no es el plan de nadie, pero es lo que suele ocurrir con este tipo de dietas sin supervisión, por no hablar de las estrías que suelen quedar en la piel por esa pérdida y ganancia de peso repentina.
Si nos centramos más en la salud, es posible que dentro de las consecuencias de los planes de adelgazar rápido se caiga en una baja de nutrientes como el ácido fólico, hierro, vitamina B12. Esto puede ocasionar fatiga, tiende a fragilizar los huesos, puede fomentar la caída del cabello y disminuye la capacidad del sistema inmune.
Pero por si lo anterior es poco, con el adelgazar rápido sin control se puede padecer de diarrea, irritabilidad, mareo, calambres, cálculos biliares, hambre desmedida, estreñimiento y más.
Todo lo anterior está basado en estudios científicos sobre las consecuencias de perder peso muy rápido. Lo que verdaderamente funciona es alejarse de los milagros y centrarse más en un cambio de chip o mentalidad que mejore la relación existente con las emociones y los alimentos.
En este vídeo comento sobre el adelgazar rápido, ese no debe ser el objetivo, hay que centrar los esfuerzos en bajar de peso y mantenerse, esa es la verdadera meta que te dará las mejores satisfacciones.
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